martes, 7 de mayo de 2013

White Noise - An electric storm (1969)

En la actualidad, con la oleada de féminas que surgen de todos los rincones del arte auditivo armadas con enorme talento y creatividad, y copan las propuestas mas interesantes de este siglo, es difícil pensar que no siempre fue así el asunto.
En los años sesenta, tanto en la música popular como en la académica el mercado estaba controlado, casi con exclusividad, por hombres, y por supuesto la vanguardia no era excepción de este hecho. Por suerte apareció, surgida de entre metros de cinta y aparatos electrónicos en algún rincón de un programa radiofónico de la BBC, la enorme Delia Derbyshire, y todo fue diferente.
Conocida sobretodo por ser la creadora del tema musical de Dr. Who, se ganó el apelativo de escultora del sonido por su habilidad para manipular, mediante grabaciones e instrumentos sintéticos, multitud de ritmos y espectros sonoros, erigiéndose como una de las grandes representantes de la música concreta y electrónica y sobre todo por promover el uso de estos recursos en la música popular y darlos a conocer por el gran publico. Se requeriría todo un articulo dedicado exclusivamente a la vida y obra de esta figura, pero lo que hoy nos acontece no le atañe tan solo a ella.
White Noise fue formado en el año 1968 por David Vorhaus quien contactó con la mencionada Delia Derbyshire y el compositor Brian Hodgson, ademas del percusionista Paul Lytton y los vocalistas John Whitman, Annie Bird, Val Shaw para completar la formación. Un año después sacarían el primer disco, "An eletric storm", que también marcaría el fin de la colaboración de Delia y Brian con White Noise, no sin antes haber imprimido toda su personalidad en el sonido del grupo.
An electric strom comienza con uno de los cortes mas destacados del LP: Love without sound, que probablemente sea también el tema mas conocido de White Noise. Con una sonoridad algo oscura y etérea  basada en diferentes efectos para las voces y multitud de pequeños ruidos literalmente recortados y pegados  a modo de collage sonoro, un buen inicio para una obra maestra.
El segundo corte es también una excelente pieza de características similares a la anterior, con una percusión jazzera que por momentos se torna tribal y una orgásmica culminación vocal.
"Here come the fleas" toma una aire mas juguetón y desenfadado, contrastando con los anteriores temas, pero si perder la sonoridad marciana.
A partir de aquí encontramos de todo: temas de corte Beatlelesco, momentos de improvisación espacial y muchos, muchísimos efectos sonoros degenerando en una apoteósica culminación de percusiones, muros de sonido y voces de ultratumba que lleva por nombre "The black mass".
Sin duda alguna nos encontramos ante un imprescindible de todo amante de la música electrónica, un disco audaz y adelantado a su tiempo que no dejará de sorprendernos, y mas aun teniendo en cuenta el año en el que fue publicado.

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domingo, 5 de mayo de 2013

Clude Debussy (Parte 2)

Primera parte aquí

Una de las características de la composición de Debussy es la adición de técnicas y recursos externos a la música occidental, sobre todo de procedencia oriental. En la Exposición Universal de París de 1889 Debussy escuchó por primera vez la música para Gamelan de Indonesia, y quedo embelesado por las exóticas escalas y la complejidad rítmica de estos sonidos tratando de adaptarlos a su personalidad. Resultado de esto surge, a partir de la escala tradicional slendro, la escala hexatónica de tonos enteros, tan importante en la característica sonoridad impresionista y que le confiere un toque misterioso, suspendido, inconcluso, debido a que carece de centro tonal.
También gustaba mucho de otras escalas exóticas como las árabes, las chinas o la española, pero uno de los avances técnicos mas importantes que realizó fue la recuperación de los modos gregorianos que durante el barroco habían quedado reducidos a dos: Mayor (Jónico) y Menor (Eólico).
Armónicamente sobrepasó la utilización de los clásicos acordes de tríadas enriqueciéndolos con séptimas sin resolver, novenas y muchos mas recursos poco explotados hasta el momento: La selección de los acordes ya no venia determinada por las reglas de tensión/resolución si no con el objetivo de dar "color" a la obra.
Todo esto confirió a su música unas posibilidades sonoras mucho mas amplias que marcarían la evolución de la música francesa a partir de ese momento.

La sonoridad de esta pieza está caracterizada por la 
utilización de la escala pentatónica china.

A todo esto acompañaban numerosos recursos técnicos principalmente pianisticos, que es el instrumento en el que se formó Debussy y el mas utilizado en las composiciones impresionistas, como el uso exhaustivo de los pedales para crear atmósferas y una forma de ejecución cargada de matices y modulaciones, con una rítmica mas libre y cambiante que en otras estructuras mas rígidas y una utilización del rubato que permitía al interprete desarrollar algo personal y dinámico.

Ejemplo de la utilización del pedal de resonancia para 
conferir un aire etéreo y onírico.



Así, nos encontramos en el impresionismo ante una estética con identidad propia que marcó el final del romanticismo y el inicio de las vanguardias, que se desarrollarían bajo su influencia, por lo tanto no es arriesgado decir que el mayor representante de esta estética, Claude Debussy, es también uno de los compositores mas importantes e influyentes de la historia de la música, marcando un antes y un después de su obra y erigiéndose como uno de los grandes transgresores del arte occidental.

Prueba de la sonoridad líquida en la música de Debussy